Exposición PUÉRPERA, Espacio de Arte Contemporáneo, 2020.

Exhibición individual. Premiada por Fondos Concursables para la Cultura del MEC y apoyada por la Fundación Itaú Cultural.

El nacimiento de un hijo es un momento corto en tiempo, y delimitado a un espacio reducido. Las horas previas al nacimiento son de intensidad absoluta. La mujer cede su cuerpo para transformarlo en canal y pone toda su fuerza en parir. Su rol es tan intransferible, como su vivencia. El estado mental se aleja de la consciencia.

El parto nos iguala a cualquier mamífero. Nos saca de ese lugar de humanos. En el momento del parto se desarticula la construcción epistémica de nuestro ser, nuestro sentir, nuestro conocimiento. Se desarticula el ser del mundo moderno. Se vuelve a un estado decolonial.

En la sala de nacer de un hospital, en casa o a cielo abierto, en ese espacio cercado donde ocurre el nacimiento, no tiene fuerza el lenguaje, no tiene lugar. Existe una nebulosa abstracta ya que no está el lenguaje en dicho momento. La persona del mundo desaparece.

En ese lapso de tiempo la persona se vuelve primaria, se vuelve animal. Y puja.

Puérpera invita a ver a la mujer. En su contradicción. En su idilio y en su represión. En su ser primitivo, en igualdad con otras especies.